No todas las grandes iniciativas de emprendimiento se fraguan en un garaje…
Fotografía de: JL Correa
No todas las grandes iniciativas de emprendimiento se fraguan en un garaje…
… ni tienen que ser impulsadas por un puñado de irreverentes jóvenes soñadores.
Estamos dispuesto a romper moldes.
No somos insultantemente jóvenes y eso es un problema muy hardware que por el momento no hemos descubierto como transformar. Es un objetivo que no está en nuestra hoja de ruta aunque no descarto que un día le dediquemos una sesión de ideación.
Tampoco hemos diseñado nuestro producto, nuestra propuesta, en un garaje. Nuestra primera aproximación a la idea de negocio realmente se cocinó en las brasas de una terraza de paredes blancas, cerca del mar, con música de fondo en los debates, con interrupciones para hacer algún pinito con unas guitarras y un cajón flamenco y también, porque no confesarlo con algún gin tonic flojito.
Quizá pueda parecer presuntuoso buscar un cierto paralelismo entre nuestra iniciativa y la de esos otros famosos emprendedores de los garajes. Pero también ¿y porqué no?.
Supongo que al principio también serían pequeñitos y posiblemente desconocían hasta donde iban a llegar.
¡Jo! Como nosotros.
Sin embargo, lo que seguro compartimos es la capacidad de soñar y de estar convencidos de que, con esfuerzo y con el talento adecuado se pueden hacer cosas extraordinarias.
Después de más de treinta años por barba desarrollando proyectos y liderando personas en el seno de una compañía como Telefónica “la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber que pasa, chupando un palo sentados, sobre una calabaza” (Joan Manuel Serrat)
Es una rareza que las circunstancias se alíen para permitirte decidir un nuevo comienzo y sería imperdonable no aprovechar la oportunidad.
Queremos vivir la aventura como en “Cerdos Salvajes”, agregando perfiles excepcionales como en “Ocean Eleven”, solucionando problemas como el Señor Lobo de “Pulp Fiction” y sin dejar de afrontar la dificultad con actitud positiva como en “Good Morning Vietnam”.
Así que nos proponemos seguir dando guerra, poniendo nuestras capacidades, las aprendidas y las experimentadas, en manos de las empresas que necesiten un cierto impulso en un proyecto clave, en construir una visión, en desarrollar sus equipos directivos, en transformar la cultura…
Con servicios de consultoría con una personalización extrema, con flexibilidad, a lo largo y lo ancho, sobre la base de metodologías ágiles, con orientación hacia proyectos transformadores y con impacto, para acompañar a nuestros clientes en sus propósitos y contribuir a hacerlos relevantes.
Terminando de escribir estas, diría, reflexiones que voy a compartir, me viene a la cabeza una frase de “Entrevista con el vampiro”. “Te voy a dar la oportunidad de elegir que yo no tuve”. Hemos elegido el mordisco.